Esta vez, hemos ido al Balaitús, ascendiendo por la Brecha de Latour y descendiendo por La Diagonal, en la vertiente Oeste.
El Balaitús, es el primer "tresmil" que encontramos viniendo desde el Mar Cantábrico. Su ascensión no es difícil, pero sí requiere cierto grado de experiencia.
En todas sus rutas tendremos que poner las manos para ayudarnos, y en la brecha de Latour conviene tener conocimientos básicos de las técnicas de escalada y rápel.
Nosotros fuimos en dos jornadas para suavizar la excursión, haciendo noche en el refugio de Respomuso, ya que se trata de una excursión de cierta resistencia.
Este invierno ha hecho que aún perdure la nieve en el recorrido, sobre todo, en las inmediaciones de la brecha de Latour y en su parte inferior, otorgando a la montañana cierto carácter glaciar, con numerosas grietas y unos neveros de considerable grosor.
Después de unos minutos en la cumbre admirando el horizonte y la tormenta que se avecinaba, iniciamos el descenso por La Diagonal, impresionante vira que atraviesa la vertiente occidental del Balaitus y que nos deposita en la cuenca de los Ibones de Arriel.
Precioso recorrido al gigante tensino!
Amaia y Juan bajo la Brecha de Latour. |
Circo de Piedrafita. Llena de Cantal, Piedrafita y Tebarray. |
Durante la escalada de la Brecha de Latour. |
Llegando a la cumbre. Detrás, el grupo de Las Frondellas. |
Vertiente Este del Midi d'Ossau. |
En el Abrigo Michaud, curioso y práctico vivac en la desembocadura de La Diagonal. |
Descenso hacia los Ibones de Arriel, con el Balaitús en segundo plano. |
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