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miércoles, 18 de septiembre de 2013

Pic Long : Arista Norte o de Cap de Long

El macizo de Neouvielle, situado en la vertiente francesa y perteneciente al Parc National des Pyrenées, representa uno de los macizos graníticos más importantes. Su orografía es conocida por albergar una gran concentración de embalses e ibones de alta montaña, testigos de las masas de hielo que cubrían estas montañas.

Tiene un enclave privilegiado, emergiendo del fondo de La Vallée des Gaves, valle que da acceso a Gavarnie,  y descendiendo, por el Este, hacia la población de St Lary y Aragnouet, en la boca norte del Túnel de Bielsa.

Entre sus cumbres principales, destacan el Neouvielle 3.091m, Trois Conseilleurs 3.039m, Turon de Neouvielle 3.035m, Campbieil 3.173y como punto más elevado, el Pic Long con 3.192m.

Éste último, presenta tres aristas bien definidas, hacia el Sudeste, uniéndose con la Aguja y el Pic Badet, hacia el Norte, pasando por el Pic Mauvic y comunicando con la arista sur del Turon, y hacia el Oeste, por el Pic de Bugarret.

Quizás, la más interesante por su longitud y variedad, sea la Arista Norte o Cresta de Cap de Long combinada con la cresta Sudeste hacia el Pic Badet, que nace en el collado Tourrat y que, pasando por numerosas agujas, alcanza la cumbre del Pic Long de forma muy elegante y con una roca de notable calidad. Los pasos de escalada no revisten mucha dificultad, encontrando como máximo pasajes de III+ o alguno puntual de IV, pero sí que requerirá un merecido respeto.

Ayer tuve la ocasión de guiar por esta cresta a Jesús, cliente habitual de Arkaitz Yurrita, que, tras haber programado la salida, finalmente no ha podido estar, acudiéndo yo en su lugar.

Jesus y el Turon de Neouvielle

Vista tras haber pasado el resalte inicial. Al fondo, el pic Long.

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Durante uno delos numerosos destrepes frente a la imponente vertiente Oeste de la cresta



Entre la niebla asoma la siguiente arista que haremos, la del Badet.

Durante la escalada del Pic Long. Debajo el Lac Tourrat y el circo de Bugarret.

Saliendo de la sombría cara Noroeste del Pic Long.

Últimos metros a la sombra.



Alharises y Pic d'Estarange.

Trois Conseillers y Pic de Neouvielle.





lunes, 16 de septiembre de 2013

Pitón Carré, Cara Norte

La sombría vertiente norte del Vignemale se compone de un puñado de paredes y corredores que superan, en total, unos 900 metros de desnivel desde el Glaciar de Oulettes de Gaube, uno de los más impresionantes del Pirineo. En esta vertiente se encuentran varias agujas que se suceden hasta llegar a la cumbre de La Pique Longue, punto culminante del macizo.
Una de estas agujas es el Pitón Carré que,escondida entre la Punta Chausenque y La Pique Longue, no deja que le pegue ningún rayo de sol.
Se trata de uno de los rincones más sombríos de la cordillera pirenaica, pero al mismo tiempo y, pese a la calidad de su roca en algunos tramos y su larga aproximación, ejerce cierta mezcla de respeto y atracción que le confieren un gran prestigio entre los pirineístas.

Es una ruta de las que ahí está, y no te decides a entrar en ella hasta hablar con Nacho (Casa de La Montaña, Jaca) y darte cuenta de las ganas que tiene de pasar un par de días en esta vertiente tan austera.

El plan que seguimos fue el de dormir en mitad de la pared y así, darle un toque más alpino a la actividad, después de hacer la aproximación desde Bujaruelo y haber recorrido la pista con las bcicletas.

Otra verdadera lección de amor por estas paredes de la mano de los hermanos Ravier y J.Teillard, quienes trazaron este itinerario en 1954, con aquellos materiales y con la incertidumbre de saber que nadie había pasado antes por allí.

Una actividad "tipo Alpes"... preciosa.

Aquí os dejo una reseña que he hecho de la ruta.


Croquis Pitón Carré, cara norte.


Subiendo por el Valle del Ara.

El glaciar de Oulettes de Gaube.



Félix encabezando uno de los pasajes en el Corredor de Gaube.




Amanecer en el Vignemale

Desayunando en el Vivac.

Llegando al hielo.
Nacho afrontando sin titubear lo más delicado de la vía, una travesía tapizada de hielo.

Félix en la travesía

Subiendo por la chimenea final, en la zona de esquistos rojos.

Por fin, al sol!!


Descendiendo por la canal de La Moskowa.

viernes, 6 de septiembre de 2013

4 puntas del Midi d'Ossau

Lo que, a primera vista, parece ser una montaña monolítica, el Midi d'Ossau es un complejo castillo lleno de puntas, corredores y aristas de enormes proporciones.
La Travesía de las Cuatro Puntas es, sin duda alguna, uno de los recorridos estrella que se pueden llegar a hacer en los Pirineos. Su inteligente trazado permite visitar las cuatro puntas principales del macizo sin demasiada dificultad: primero la Jean Santé, la Punta de Aragón, el Gran Pic y el Petit Pic.
La calidad de la roca es excepcional y las vistas sobre la mayor parte del Midi son impresionantes.
Conoceremos históricos rincones de esta montaña tan peculiar: los corredores Pombie-Peyreget y Pombie-Suzon, el Couloir Sanchette, el Pilar Sur, la majestuosa pared de la Pointe de France, las Placas Grises, La Fourche, la Mano de Peyreget...

Se trata de una de las Grandes de Pirineo, un recorrido de los que "hay que hacer", de los que cansan, pero que al mismo tiempo, no quieres que se acabe.

Una maravilla!

Manada de Sarrios bajo la Punta Emmanuelle

Arkaitz bajo la Punta Jean Santé

Diedro perfecto en la escalada de la Punta de Aragón.

Punta Jean Santé

Antes de introducirnos en la subterránea chimenea Marsoo.

Curiosa aparición a la cumbre de la Punta de Aragón.

En la cresta hacia el Rein de Pombie. Atrás, la Punta Aragón.


Cumbre del Gran Pic.

Las Placas Girses que dan acceso a La Fourche.

Admirando el recorrido.


martes, 3 de septiembre de 2013

Las Argualas : Pasión de una vida

Las montañas son un escenario cambiante, a menudo hostil, pero al mismo tiempo, nos abre un mundo de aprendizaje del que es difícil "escapar".

Son escenarios de contrastes, pero constituyen un terreno en el que todo lo que nos rodea sirve para algo: las plantas, los animales, las piedras...
Tánto nos puede llegar a enseñar la montaña, que es fácil que nos atrape y cree una adicción de la que jamás nos desharemos.

Para unos, la razón es el pastoreo, la leña, el ocio, la botánica o porque no han conocido otro escenario, pero como decía Rosa, una montañesa de Javierre, en el valle de Pineta: "a mí que no me quiten mis montañas".

Ayer tuve el honor de admirar de cerca lo que este amor por las montañas puede llegar a hacer.
 Carlos, con sus 83 años ejemplarmente vividos, deseaba despedirse de una de las escuelas que más vivencias le ha enseñado a lo largo de su vida: Las Argualas, en el Balneario de Panticosa.
Desde los 17 años lleva subiéndose por todos los rincones del Pirineo, absorviendo todo tipo de experiencias de las que uno se puede imaginar a través de sus sabios comentarios.

Con una pasmante naturalidad y simpatía, quería subir al Garmo Negro 3.064 m  y recorrer la cresta que lo une con el Algas 3.036 m  y el Argualas 3.046 m. Es evidente, que el cuerpo no aguanta lo que hace años, así que contrató los servicios aereotransportados de Helitrans Pyrinees, para que nos ahorrasen los casi 1.500 metros de desnivel que los separan de La Casa de Piedra.

Ha sido un verdadero placer compartir contigo esta experiencia, Carlos, y espero que coincidamos más adelante!
Un abrazo

En el Eurocopter.


Trabajo fino el de Pol y Nacho, unos profesionales.

Ibones de Pondiellos y los Picos del Infierno. Al fondo, el macizo del Balaitus.

Por la cresta N del Algas.

Cerca de la cumbre del Argualas, junto con Urbano.

Sobre la cresta del Algas, delante del Midi d'Ossau y el macizo del Anie.

En el Argualas, 3.046m






Escalada en Ordesa : Brujas - Francoespañola

La escalada en el valle de Ordesa resulta siempre espectacular, tanto por la estructura de las paredes como por las vistas, la flora y la fauna que nos rodea. Es un privilegiado reducto, que al estar protegido por la ley de parques nacionales, podremos sentirnos fuertemente atrapados por semejante naturaleza.

El valle ha quedado diseñado en forma de terrazas, donde cada muro que las separa mide unos cuantos centenares de metros, entre los cuales se han sabido aprovechar legendarias sendas para el pastoreo y la caza, hoy día célebres para el excursionista.

Entre estos muros, destacan La Fraucata, imponente castillo que recuerda a las películas del Oeste, el Gallinero, poderoso espolón que asoma sobre el circo de Cotatuero, y uno de los símbolos del Parque: El Tozal del Mallo, que visto desde La Pradera llama poderosamente la atención a modo de aguja.

En cuanto a la escalada, el Tozal representa un trocito de historia. Fué allí donde tuvo lugar la primera gran escalada en el valle, a cargo de los visionarios Jean y Pierre Ravier, trazando lo que hoy podría ser la ruta más repetida de Ordesa.
 A unos metros de esta misma ruta, se encuentran dos vías que también marcaron historia. "La Franco-española", obra de Guillamon y Anglada, y "Las Brujas", resuelta por J.Diaz, A.Rabadá y E. Navarro, en 1960 y 1963 respectivamente.

Hoy en día, buscando la mejor calidad de la roca, se suelen combinar, repitiendo la primera parte de "Las Brujas" y enlazándola con la segunda parte de "La Franco-española". De esta forma se consigue una combinación única, una escalada de calidad, y otra razón para admirar la cabeza que tenían aquellos escaladores.

Olatz en tercer largo de Las Brujas



En el tercer largo de la Brujas, calidad.

Un reposo en La Plaza Cataluña.

Olatz entrando en una de las chimeneas.

Carlos.

Otro largo impresionante. El tercero de la Franco, desde la Plaza Cataluña.