Esta vez, Roger y yo, compartimos la ascensión con Tomás y Raul, integrantes de la mejor selección astur-madrileña de esquí y montaña con la que, a menudo, tenemos el placer de trabajar.
La última salida que tuvimos el placer de compartir junto a Raúl y Tomás fue con los esquís en los pies, en la Alta Ruta de La Silvretta, en Austria. Esta vez, nos calzamos las botas de alpinismo, el arnés y nos atamos a la misma cuerda para recorrer crestas, glaciares y aclimatar para un mismo sueño: culminar los 4.810 metros del Mont Blanc.
Para ello, tendremos que aclimatar, y por razones meteorológicas, lo haremos en el Gran Paradiso, intentándolo de forma diferente, recorriendo la cresta que une el Piccolo Paradiso y el Gran.
La meteo está cambiante. La niebla y la nieve envuelve todo el macizo, obligándonos a renunciar al plan inicial, pero ofreciéndonos una ruta por el glaciar de Laveciau envuelta de misterio, sin huella abierta y con visibilidad nula.
Aún así, llegamos a visitar a la helada Madonna del Paradiso, a 4.061 metros, solos y con un ambientazo muy poco veraniego!!
Tomás en la cresta somital. Unos pasos de escalada fácil nos separan de la Madonna |
Raúl y Roger en lo más alto del Gran Paradiso. |
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