Las dificultades se concentran en unos 300 metros de desnivel, partiendo desde la misma cumbre del Garmo Negro a 3.051 metros de altitud, en los que encontraremos secciones de más de 100m de unos 45º de inclinación.
Las condiciones NO fueron las mejores, ya que la nieve encostrada nos obligó a extremar las precauciones para evitar un posible enganchón, pero a cambio, la estabilidad del manto era favorable.
Es un descenso que llama la atención desde el mismo Balneario, pero las condiciones de la nieve, el espesor del manto y el nivel técnico/psícológico del grupo tienen que ser las adecuadas.
Un saludo
momento de la ascensión |
Rafa antes de llegar a la zona de roca y con más pendiente |
Javi Yera y su técnica depurada de Telemark hasta en los tramos más finos |
Entrando en la canal de salida |
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