A petición de
Arturo, cliente habitual de
guiasdetena, hemos comenzado un programa de escaladas clásicas por el
pirineo y demás cadenas montañosas. El objetivo, a parte de disfrutar de la
montaña, es evolucionar como
escalador y llevar a cabo una progresión lógica en cuanto a la dificultad y compromiso.
El
pirineo, como otras montañas, están plagadas de enormes murallones rocosos donde se han trazado multitud de itinerarios verticales, algunos de los cuales son verdaderas obras maestras y representan parte de la historia de los pueblos que rodean las
montañas.
Para comenzar, hemos elegido
Los Mallos de Riglos, imponente lugar donde nuestra imaginación se pone en marcha y trata de visualizar cómo llegaron a formarse semejantes moles, fruto de la erosión que causaron los ríos y
glaciares pirenaicos.
La escalada allí, hoy en día, ha cambiado mucho. Los audazes itinerarios que trazaron inteligentemente personas como
F.Millán, Alberto Rabada, Ernesto Navarro, Ursi Abajo, Casasayas, Panyela, Angel López, Ibarzo, Serón... se encuentran equipados con buenos seguros, ofreciendo una escalada placentera que nos hará convivir por unos momentos con los
buitres y
golondrinas que habitan por la zona.
La estancia se repartió en dos jornadas: una primera en los "
mallos pequeños" para adaptarnos a las técnicas de aseguramiento en vías de varios largos, en la cual ascendimos al
Mallo Colorado y, una segunda, para recorrer una de las grandes clásicas del
Mallo Pisón, el
Espolón Adamello.
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Vista general de los Grandes Mallos de Riglos |
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El Mallo Colorado y la ruta que escalamos. |
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El Pisón y la límea de Espolón Adamello. |
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Durante la ascensión al Mallo Colorado. |
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Típicos agarres para superar las panzas de Riglos. |
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Disfrutando de la vía. |
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La altura se va dejando notar. |
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En los últimos largos del Pisón. |
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Último e impresionante rápel. |
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El Puro. |