Esta vez, tocaba trabajar en el famoso vecino francés por su ruta normal con Juan y Amaia, quienes ya habían estado ascendiendo varias montañas del valle y no podían resistirse más tiempo a la sugerente mole, visible desde casi todas las cumbres de los valles colindantes.
Aquí van unas fotos de aquel día..., sol, buenas sensaciones, risas... Una jornada para recordar.
Un saludo pareja y a ver si preparamos otra!!
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Uno de los numerosos destrepes. |
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