El
valle de Tena, se caracteriza por ser el valle donde crecen los primeros
tresmiles pirenaicos desde el atlántico.
Si preguntas a los amantes de la escalada en roca, te dirán que no es un valle para escalar, dada la calidad de la roca, pero si preguntas a un alpinista invernal, te dirá que ahí se esconden algunos de los mejores tesoros de la cordillera.
Para los esquiadores de montaña, también representa uno de los grandes focos. Visitar durante un fin de semana de primavera el puerto de
Portalet o el Balneario de
Panticosa, lo dice todo.
Sin embargo, qué pasa para los que se pasan el invierno con sus tablas recorriendo kilómetros en busca de la nieve francesa o de las pendientes extremas?
A mi parecer, el
valle de Tena reúne suficientes razones como para que sea un importante destino de esquí/snow "de pendiente".
La
Sierra de Partacua y la de
Tendenera ofrecen uno de los paisajes más alpinos de la cordillera.
Una muestra de ello es la cara norte de
Sabocos, un pico de 2.700m con un descenso espectacular, mire por donde se mire. También hay que decir que, esta vez, pillamos una de las mejores nieves que haya visto aquí en el
Pirineo ;)
Un saludo!